Han pasado 4 años ya, del inicio de un sueño que me parecía y me sigue pareciendo necesario: ofrecer un mayor acceso a la danza.
ｃｕａｌｑｕｉｅｒａ ｐｕｅｄｅ ｂａｉｌａｒ, es más que una frase de la Academia, es nuestra filosofía, en verdad creo que debe estar al alcance de todos.
A lo largo de mi carrera artística me he enfrentado a dificultades para estudiar a un nivel profesional sin tener que sacrificar toda mi vida y economía.
A muy corta edad me encontré con la disyuntiva de estudiar en El Instituto Nacional de Bellas Artes pero dejar mi casa tan joven en una ciudad diferente requería mucho valor del cual tal vez carecía.
La danza siempre ha sido mi pasión, mi mayor vicio, desde chica la practiqué, pero llegó un momento en que el nivel en mi ciudad ya no era suficiente.
En países latinoamericanos está muy centralizada el estudio profesional de la danza. Las mismas escuelas, que son pocas, tienen cupo limitado y después tienes que batallar con los gremios cerrados, las instancias gubernamentales y el poco presupuesto destinado a tener espacios dignos para ejercerla.
Para estar en una buena escuela debes migrar, como fue mi caso… y a mi me parecer no debería ser así.
Considero que la danza sigue siendo elitista y la exigencia es tan grande que los bailarines sacrifican hasta su familia para hacer lo que aman.
En ciertos casos hay una monopolización de la danza. El mismo gremio te puede apartar. Los maestros podrían ser unos ogros con tal de ponertela difícil y que realmente “formes el carácter para ser bailarín”.
Aunado a esto, no hay presupuesto de las instancias gubernamentales para artistas, ser un bailarín es estar a la deriva constantemente.
En la danza te pueden discriminar por ser ancho, por ser inexperto y también por ser muy viejo, por ser hombre y también por ser mujer.
¿ Y que me dicen de los favoritismos de los maestros? Los maestros de danza se caracterizan por demostrar muy abiertamente quien para ellos es lo suficientemente bueno, o dócil, o flexible.
Yo creo que no debe ser así. Creo que la danza es para aprenderla, disfrutarla, explorarla, compartirla y hacerla fluir…
Hay quienes la utilizarán como forma de comunicarse, de expresarse e incluso serán grandes artistas.
Hay otros que recurrirán a ella cada vez que quieran escapar de sus tormentos y encontrarse a sí mismos.
Y otros que la adoptarán para sentirse parte de un grupo.
Para todos, la danza debe estar como herramienta y / o como forma de vida.
Tal vez no es para todos hacerlo en un gran escenario o de manera profesional, pero saberte en dominio de tu cuerpo es algo invaluable.
Hay maestros que están al frente de grupos infantiles que les viene muy bien tener toda la técnica y la escuela de una Academia de nivel. Jóvenes que necesitan tener las bases para en un futuro dedicarse más de lleno a la danza si es que les parece conveniente.
También nos hemos enfrentado a paradigmas, que en realidad estábamos dispuestos a romper desde el inicio. Bailarte Online no pretendía sustituir a un estudio de danza ni a maestros presenciales, pero sí tender puentes entre los que quieren aprender con maestros capacitados.
Mi argumento más fuerte es: si el aprendizaje por internet está revolucionando el mundo.. ¿por qué la danza sería la excepción? Por què la danza siempre se tiene que quedar atrás?
Es la resistencia al cambio, lo se.. Ahora es diferente, la mentalidad ha cambiado.
La realidad es que en los años que hemos operado como la primera escuela en habla hispana nos ha dado la ventaja del diseño y escrutinio que te da la planificación de un proyecto. Gracias a ese tiempo hemos podido solidificar el soporte de la SECRETARÍA DE CULTURA a través del Estado de Guerrero que nos permite otorgar constancias a los que cursen el programa al 100%.
Y claro esto ha sido gracias a un mayor acceso a maestros calificados como en los múltiples programas de “Arte para Todos” dirigidos por Serafín Aponte, en donde consolido mi estudio de la danza ( con dos bebés) y a mis 30´s logro mi más grande sueño; ser una bailarina.
¿Quién me dijo que lo era? ¿los diplomas?
Tal ves simplemente me tenía que sentir lo suficientemente competente para considerarme como una.
He pasado innumerables horas de trabajo arduo en estos años, elaborando desde el sistema pedagógico, el formato, los maestros, las lecciones, grabaciones y edición hasta el desarrollo de la plataforma digital. Literalmente me metí a codificar y aunque no soy experta, he logrado manejar la plataforma.
Ahora lo más gratificante es encontrarme con alumnos de toda América Latina por videollamada, y darme cuenta que somos muy parecidos; somos madres, padres, maestros, estudiantes y amamos la danza.
Sus comentarios positivos me llenan el alma y permiten que siga en este proyecto aportando un poco a la enseñanza del linaje de nuestra danza.
Gracias a ellos por romper paradigmas desde antes que el mundo cambiara.
Paulina Morlett
